Isabel Roldán: historia de una biblioteca soñada y de la mujer que la soñó

Si juegas al límite, sin pensar en roles, todo mejora.

Este mundo tiene los límites que desees ponerte.

Albert Espinosa

En plena efervescencia informática, en un momento presente en que las pantallas táctiles pugnan con los libros tradicionales y las revistas de papel, todavía existe un idílico lugar en Granada, donde el tiempo parece haberse detenido casi por completo y donde miles de libros aún conservan el protagonismo del que gozaron en otro tiempo: la Biblioteca «Isabel Roldán» del IES Politécnico Hermenegildo Lanz, ubicada en el histórico edificio diseñado por el arquitecto Carlos Pfeiffer de Fórmica-Corsi, que fue inaugurado el 1 de abril de 1936.

La belleza de nuestra Biblioteca deslumbra desde el primer momento en que entramos. Aquí la luz, filtrada por grandes ventanales, juega un papel esencial, ya que tiñe la sala con un cálido tono ocre que, a determinadas horas del día, parece ser oro líquido. Esta luz nos descubre solemnes estantes de madera repletos de libros y protegidos por cristaleras. Esperándonos, encontramos antiguas mesas de lectura y estudio, que evocan a los escritorios medievales, con tableros inclinados —pensados para la escritura manuscrita— y alargadas, para facilitar el trabajo colaborativo. Bajo estas mesas, encontramos unas inusitadas sillas triangulares a las que perdonamos su incomodidad por la singularidad de su diseño: casi un guiño a la provocadora Bauhaus.

Es difícil describir un lugar tan hermoso y excepcional, por esta razón, me permito invitar al lector a que la visite, sin prisa y respetuosamente, consciente de que se entra en un lugar ideado para la lectura, el conocimiento y el silencio.

La Biblioteca «Isabel Roldán» debe su nombre, y gran parte de su existencia, a la primera docente que ejerció su labor en un centro educativo hasta entonces íntegramente masculino. Es, por tanto, de justicia reconocer a la profesora Isabel Roldán un doble mérito en su carrera profesional: el ser la primera docente destinada en un centro de Formación Profesional de nuestra ciudad, además de ser artífice de la maravillosa Biblioteca que cada día disfrutamos en el IES Politécnico Hermenegildo Lanz.

En una entrevista que nos ha concedido Isabel Roldán, ha tenido la amabilidad de compartir sus recuerdos y evocar las emociones asociadas al nacimiento de su biblioteca. Narra cómo en sus inicios apenas si contaba con recursos para adquirir libros con los que satisfacer mínimamente las demandas de los departamentos, del profesorado y del alumnado. Pero con el paso del tiempo y las mejoras estudiantiles, este templo bibliófilo fue engrosando sus estantes de forma paulatina gracias a la adquisición pública de nuevos fondos y, en algunos casos, gracias también a las aportaciones personales de la profesora Roldán. Es más, hoy en día aún podemos encontrar ejemplares personales que fueron donados o fichas de catalogación con las anotaciones manuscritas de esta profesora. No sin emoción, nos cuenta cómo poco a poco nuestra Biblioteca se convirtió en su estancia predilecta del Centro, donde pasaba la mayor parte del tiempo, «sin importar el momento del día o la estación del año».

También oímos con satisfacción cómo Isabel Roldán se sintió integrada en el Centro y valorada por sus compañeros desde el primer momento en que comenzó su actividad profesional en el Instituto Politécnico, sin que el hecho de ser la única mujer supusiera barrera alguna. Esto le permitió, además de fraguar con éxito la Biblioteca, consolidar este espacio como epicentro cultural del Centro donde se organizaron innumerables actividades: despedidas de jubilación a compañeros, tertulias literarias, encuentros con destacadas personalidades de la época y un largo etcétera, siempre relacionado con la irradiación de la cultura.

Un hito histórico para nuestra Biblioteca fue el servir de foro para la celebración del cincuentenario de la implantación de la Formación Profesional Provincial, acontecimiento que reunió, gracias a los actos organizados por Isabel Roldán, a las más destacadas figuras relacionadas con esta enseñanza. Y hablando de destacadas figuras, la profesora Roldán recordó con especial afecto a uno de sus compañeros: don Luis Bueno Crespo, quien fue Director de nuestro Centro y con el que esta Institución tiene contraída una impagable deuda de gratitud. No sin emoción, nuestra entrevistada dedicó al profesor Bueno Crespo un cariñoso recuerdo, cargado de halagos, al que definió como «buen amigo y un mejor compañero», subrayando además que fue un cómplice para sus proyectos.

Pasa el tiempo y el legado de Isabel Roldán sigue vivo. Una placa honorífica con su nombre, situada junto a una de las puertas de acceso a la Biblioteca, testimonia que somos herederos de aquel proyecto cargado de amor por los libros. Todo su trabajo se mantiene vigente con el mismo valor y significado del pasado, si bien ahora transformado en una de las Bibliotecas más hermosas de las existentes en un Centro de enseñanza público.

A su vez, no debemos dejar en el olvido la valentía de mujeres como Isabel que no se conforman con el rol femenino impuesto por la época, sino que fueron valientes, y estuvieron dispuestas a abrirse camino en un mundo masculino. Gracias a ellas, hoy jóvenes de todo el mundo pueden luchar y trabajar por sus sueños.

Cada día que nuestra Biblioteca abre sus puertas es una oportunidad para aprender del ejemplo dado por la profesora Roldán. Fue gracias a su trabajo y a la pasión depositada en su biblioteca lo que ha permitido que una pequeña sala con pocos libros se convierta en una gran estancia rebosante de vida, un punto de encuentro para estudiantes y docentes donde consultan libros, preparan exámenes, finalizan trabajos, asistir a conferencias, participar en actividades lúdicas (escape room, yincanas literarias…), o conocer las nuevas propuestas editoriales… Sin sospecharlo, este lugar formará parte de nuestras vidas y, según palabras de Isabel Roldán, «será un recuerdo continuo que permanecerá, aunque ya no esté presente».

Autora: Carmen Sánchez Megías (Alumna de Bachillerato de CC.SS)

Revisión: Ismael Ramos  (Profesor del IES Politécnico Hermenegildo Lanz y miembro del Consejo de Redacción de la Revista Alhóndiga)